Impasibilidad ante flaquezas y advertencias
Muchas veces cuando tratamos de analizar e
incorporar aquellas prácticas que más benefician a la cultura, estrategia,
objetivos, misión y visión de nuestra organización, nos planteamos sus
resultados en positivo, sin embargo en esta entrada me centraré en aquellas
empresas, que tras una reflexión profunda, deciden permanecer tal como están.
En este contexto destacamos como debilidades internas,
la falta de un plan estratégico definido y de procedimientos formales,
resistencia al cambio y cierta nostalgia del pasado así como la necesidad de
mejorar la comunicación interna. Las consecuencias de permanecer impasible ante
estas flaquezas son la aparición de las siguientes barreras: sin una estrategia
empresarial no tenemos orientación hacia la realización de objetivos sociales,
económicos, entre otros, la forma en que estos se pueden conseguir se
desconoce, además la estrategia está íntimamente ligada a las formas de hacer,
pensar y sentir, es decir, los valores de la organización, se puede decir por
tanto que los empleados ante la falta de perspectivas y una deficiente
comunicación interna que les pueda guiar y posicionarse con la directiva,
responsables, compañeros busquen en el pasado su situación de confort.
Como amenazas internas nos encontramos con
dificultades para asimilar el rápido crecimiento y los cambios organizativos,
desmotivación, pérdida de involucración y del orgullo de pertenencia,
arbitrariedad en la gestión y riesgo de fuga de los empleados más preparados.
Las consecuencias de permanecer impasible ante estas advertencias son ansiedad
e inestabilidad, se tiene una visión sesgada de la situación y miedo a perder
algo que hasta ahora ha sido propio y que no lo va a ser más; por ejemplo la
posibilidad de perder competencia profesional, capacidad operativa, relaciones,
poder entre otras. Si los cambios no se explican bien, se entienden con
frecuencia como crítica implícita, además si existe información selectiva los
empleados, al modular su entorno en base a percepciones, se reafirman y
mantienen en sus creencias negativas. A partir de aquí se originan dos
comportamientos por un lado la desmotivación por la falta de expectativas y por
otro lado el boicot del proyecto de cambio, sin una dirección que ofrezca
pautas y fomente su compromiso con los empleados, que persiga metas y objetivos
que refuercen el pensamiento de todas las personas, la mejor solución es la
salida de la empresa.
Evitemos mundos paralelos donde publicar y hablar es muy diferente al ser y actuar.
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